martes, 5 de junio de 2012

Cumplir años

Cumpleaños
Foto de Marengo Studio

El sábado pasado fue mi cumpleaños. Mi abuela siempre ha dicho que lo malo de los años es no cumplirlos. Mientras los vayamos cumpliendo, ya tenemos algo por lo que estar agradecidos. Yo tenía una amiga en la facultad que cada vez que cumplía años (incluso cuando todavía eran 22 o 23) se ponía nerviosa. Decía que empezaba a verse arrugas, y que notaba que iba envejeciendo. Yo la verdad es que entonces no, pero puede que ahora empiece a preocuparme un poco más por estas cosas, aunque no demasiado. Pero yo lo veo así: si expresamos es porque vivimos intensamente. ¿Tenemos que estar avergonzados de eso? Yo opino que no. Vivimos en una sociedad en la que parece que cumplir años es un delito, o un pecado. Los anuncios publicitarios están llenos de alusiones a rejuvenecer, a mantenerse eternamente veinteañero o a ocultar la edad. Creo que es estupendo mantenerse joven (sobre todo de espíritu) y saludable. Pero cumplir años y hacerse mayor es necesario. Cada etapa de la vida tiene sus partes positivas y negativas. Lo que pasa es que nuestra memoria es selectiva, y de cada etapa que pasa nos acordamos mayoritariamente de lo bueno. Lo malo tendemos a olvidarlo, y entonces nos parece que antes vivíamos mejor. También nos pasa que vemos las etapas pasadas con la conciencia actual y nuestra experiencia, lo cual es un error. Si veo mi niñez con ojos de adulto, no estoy viendo la niñez como lo hice de niño. Vivir la vida hoy con la experiencia que tendremos dentro de diez o veinte años, no es posible. Igual que, si extrapolamos, el momento actual puede que sea difícil por las cosas que nos preocupan en el día a día, pero dentro de veinte años lo veremos con una distancia con la que ahora no contamos. Entonces diremos: ¡"Ay, si tuviera esos años otra vez!". La cosa es quejarnos en vez de disfrutar de lo que tenemos entre manos ahora mismo. 
Mirar el pasado con orgullo, con una visión que nos mantenga el alma en paz, es enfrentarnos al presente con la cabeza bien alta, contentos de ser quienes somos. Y si llegamos así el presente, entonces el futuro será prometedor. 

Foto de Marengo Studio

Pensando en los sucesivos cumpleaños a lo largo de mi vida, me doy cuenta de que siempre son algo mágicos. Año tras año me pasan cosas maravillosas que recordaré siempre, y que me llenan de emoción. 
Lo pensé el sábado pasado, porque empecé escribiendo en este blog por la mañana (me pareció una buena forma de empezar mi día especial) y me levanté con la sensación de que iba a ser quizá menos especial que otros años. Sin embargo, estaba recién levantada, y muy equivocada. Me llegaron llamadas y mensajes de personas super queridas con las que hablo muy a menudo, y de otras que viven a océanos de distancia y podemos hablar mucho menos, pero también encontraron un momento para felicitarme. Mi chico pudo tener un día libre que me dedicó enterito, y significó para mí mucho más que cualquier regalo que me pudiera hacer. Además coincidió con la fiesta del colegio, y por la tarde fuimos a ver el espectáculo de los niños de infantil, que siempre es una maravilla. Yo estoy encargada de los decorados y me los sé de memoria, pero las coreografías y los vestuarios que hacen las profes y las madres del cole son espectaculares. Allí me esperaban más sorpresas, porque nada más llegar me colmaron mis alumnos y compañeros de felicitaciones, regalos, abrazos y besos. Me sentí muy querida, y os lo agradezco mucho a todos, de corazón.  No sólo no ha sido menos especial que otros años, sino mucho más especial que cualquier otro año. O, al menos, así lo he sentido yo.

Echando la vista atrás recuerdo con mucha ilusión y cariño todos y cada uno de mis cumpleaños, porque han sido muy especiales. He decidido hacer un poco de submarinismo en mis álbumes de fotos antiguos, y contaros algunos de esos momentos especiales que no voy a olvidar nunca. Os cuento otro día esos cumples especiales para recordarnos (me incluyo) que merece la pena cumplir años. Y el año próximo colgaré un post por estas mismas fechas, con los detalles estupendos que el futuro está por redactar.

No hay comentarios: