miércoles, 11 de julio de 2012

Pequeños Momentos que Saben a Gloria II: Ensalada de sensaciones


Hay momentos que saben a gloria para cada estación del año. Para mí, uno de los momentos que saben a gloria del verano es la sensación de contraste de temperaturas que sentimos en la piscina. Me encanta darme un baño en el agua fresca cuando llevo un rato tomando el sol, y parece que tengo fuego debajo de la piel. Cuando saltas al agua sientes un escalofrío dentro de tu cuerpo, que te recorre desde los dedos de los pies hasta la coronilla. Te sientes por un momento efervescente, como esas pastillas que se echan al agua y se deshacen en un baile interminable de burbujas. 

Cuando sales de nuevo al sol, la temperatura de tu cuerpo se va elevando poco a poco, pasando por todos los rangos de temperatura. Primero el frescor que anuncia tu carne de gallina, con los poros levantados y una sensación de frío que dura más bien poco. Después de unos momentos notas cómo tu sangre se va reactivando debajo de la piel y el sol penetra en tu dermis hasta que el calor se regenera de nuevo dentro de ti. Más tarde la temperatura sube de nuevo grado a grado, hasta que parece que podrías cocinar un huevo frito en tu abdomen y el calor forma un aura alrededor de tu cuerpo que parece casi tangible. 

Entonces es momento de volver a pegarnos un chapuzón. Esta ensalada de sensaciones me sabe a gloria en verano. ¿Y a vosotros? ¿Qué pequeños momentos os saben a gloria en verano?

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