Ya llevo una semanita de vuelta al trabajo. Después de unas vacaciones generosas, la vuelta siempre se hace dura, para qué negarlo. Pero la vuelta al trabajo es una de esas cosas que da más pereza cuando te acuerdas de ella en tus últimos días de vacaciones, que cuando se hace realidad. Quiero decir, que da mucha pereza pensar en volver a madrugar, las obligaciones, los agobios, las fechas de entrega, el no parar. Pero una vez que empiezas de nuevo a trabajar, también están los buenos momentos con los compañeros, el aprovechamiento bestial del tiempo, las ganas de hacer cosas nuevas, la energía, el fresquito, los buenos deseos y las pilas cargadas. Y te das cuenta de que no era para tanto.
Por eso he escogido esta foto para el post de hoy. Esa frase creo que es directa y perfecta para esos momentos en que nos mareamos a nosotros mismos con la pereza y las disculpas. Es mejor decirnos siempre lo que anuncia este simple marco: "Shut up and do it". "Cállate, y hazlo".
Muchas veces nos pasamos horas pensando en la pereza que nos da un determinado quehacer, y una vez que nos ponemos a hacerlo, no era para tanto. Así que, esta temporada, ésta es mi propuesta y mi mantra. Cuando empieces a darte a ti mismo excusas para dejar las cosas para otro momento, date la orden correcta. Haz callar a esos sistemas de autocompadecimiento que tiene nuestro cerebro, y hazte un favor: cuanto antes empieces, antes habrás hecho eso que tanta pereza te da, y emprenderás otra cosa. Como mínimo, seguro que descubres que no era para tanto. Con un poco de suerte, hasta estarás orgulloso/a del trabajo bien hecho.
Ya sabes, "Shut up and Do it".
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